Nos encontramos en la población de Ampuero, paseando por sus calles junto a la Iglesia de Santa María encontramos este Palacete de finales del siglo XVIII de estilo Victoriano.
Entrando a través de una majestuosa verja de hierro forjado, encontramos un bonito jardín con magnolios, palmeras, araucarias y un sinfín de plantas florales y árboles frutales.
La vivienda tiene varias entradas pero nos centraremos en la principal, donde accediendo por su portalada de madera ya podemos hacernos una idea de lo que encontraremos al cruzar la siguiente puerta.
Lo primero que vemos es una majestuosa escalera de madera y rica balaustrada que nos da acceso a la primera planta o planta noble, pero de momento nos quedaremos en la planta baja.
Aquí podemos encontrar un recibidor donde preside una gran estatua recreando una lucha a caballo, rodeando a la misma podemos disfrutar de unas preciosas vidrieras del taller de Rigalt i Granell, maestros del modernismo catalán de finales del siglo XIX principios del XX.
Continuando a través de los ricos pasillos adornados con dorados espejos, mobiliario y bellos artesonados en sus techos llegamos a una pequeña salita que queda justo debajo de la escalera.
En esta planta podemos disfrutar de un pequeño comedor rodeado de grandes ventanales que dejan pasar mucha luz. Todo el mobiliario de esta estancia esta hecho en maderas nobles, de su techo con ricos relieves y pinturas cuelga una elegante lámpara.
En esta misma planta disponemos de un despacho, una cocina totalmente reformada, muy amplia y moderna.
Podemos disfrutar de varias salitas, unas más sencillas y otras más elegantes, siguiendo con la estética del resto de la casa, con bonitos bajo relieves en los techos, artesonados y elegantes lámparas de cristal.
La planta baja dispone de un aseo o baño de cortesía con unos elegantes azulejos de estilo floral alicatados hasta media pared de estilo modernista.
Ya volviendo a la escalera principal comenzamos a subir a la planta principal o planta noble coronada por un alto techo artesonado con una impresionante vidriera que deja pasar la luz natural a través de sus cristales de vivos colores, dando a la estancia color y luminosidad. La escalera está presidida por un gran cuadro de época.
Las pinturas de la casa son del pintor santoñés Lino Casimiro Iborra, pintor de finales del siglo XIX principios del XX, profesor de la Escuela de Artes e Industrias de Madrid.
Ya en la primera planta disponemos de varios pasillos que nos llevan a distintas estancias, en el primero hacía la izquierda encontramos una sala con un piano, grandes ventanales, una bonita lámpara de cristal y ricos artesonados en techo y paredes.
Con un estilo un poco más sobrio pasamos a un dormitorio con salida al balcón, una habitación que disfruta de mucha luz.
A través del siguiente pasillo, observamos que su techo es otra magnífica vidriera con vivos colores y las paredes forradas de maderas nobles que nos abren camino a varios dormitorios, todos ellos cuentan con grandes ventanales y molduras elegantes.
En este lado de la casa encontramos un nuevo salón con acceso a la gran terraza desde la que se observa el bonito pueblo de Ampuero.
Además del comedor de diario en la planta baja, existe otro más amplio en la planta superior, ya con su puerta de acceso con ricas vidrieras podemos hacernos una idea de lo que veremos al entrar. Una estancia con unos techos con ricos artesonados de madera y bellas pinturas. Sus paredes están forradas de madera con grecas del mismo material. Grandes ventanales con contraventanas, presidiendo esta habitación vemos una gran chimenea de madera, además de un mobiliario en maderas nobles, lacenas, vitrinas, etc.
La casa cuenta con tres grandes baños con amplios ventanales.
Volviendo de nuevo al exterior, además del precioso jardín, encontramos una pequeña capilla, actualmente se encuentra en desuso pero con una bonita reforma podría recuperarse la esencia de antaño.
Este Palacete con todo su encanto es una estupenda inversión para negocio hostelero, para eventos es ideal dada su proximidad con la iglesia o al disponer de capilla propia. Dispone de grandes estancias, múltiples salones y habitaciones.
El edificio dispone en total de 1300 m2 útiles, además cuenta con un edificio anexo que antiguamente fue la conocida fábrica de alpargatas de la familia, donde poder albergar otras estancias, cocinas, oficina, etc.